En esta época de cambios bruscos de temperatura, nuestro cuerpo se enfrenta a un desafío constante para adaptarse. El golpe de calor, una condición peligrosa que se presenta cuando la temperatura corporal supera los 40°C, puede ser consecuencia de la exposición prolongada a ambientes calurosos o a la actividad física intensa.
¿Quiénes son más vulnerables?
Los niños menores de 6 años, los adultos mayores, las personas con obesidad y quienes padecen enfermedades preexistentes son más propensos a sufrir un golpe de calor. Lo mismo ocurre con quienes se trasladan de un clima frío a uno cálido de forma repentina.
Síntomas:
Mareos
Sudoración excesiva al principio, seguida de falta de sudor
Enrojecimiento y sequedad de la piel
Fiebre alta (entre 39°C y 41°C)
Comportamiento inadecuado, como quitarse la ropa sin importar el lugar
Aceleración del ritmo cardíaco con latido débil
Dolor de cabeza
Ataques con convulsiones
¿Qué hacer en caso de un golpe de calor?
Actúa rápido: Lleva a la persona a un lugar fresco y ventilado.
Quita el exceso de ropa para facilitar la pérdida de calor.
Hidrata a la víctima: Si está consciente y puede deglutir sin problemas, ofrécele suero de rehidratación oral en pequeñas cantidades. Si no hay suero disponible, dale agua natural.
Aplica compresas frías en la frente, axilas e ingles.
Busca atención médica inmediata: Es fundamental que la persona sea evaluada por un profesional médico.
Prevención:
Infórmate: Investiga los meses con mayor temperatura ambiental y mantente al tanto de las alertas por olas de calor.
Evita la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde.
Mantente hidratado: Bebe agua constantemente y evita el alcohol y las bebidas azucaradas.
Usa ropa ligera, holgada y de colores claros.
Evita el trabajo físico intenso y prolongado.
Protegete del sol: Usa sombrero o sombrilla y bloqueador solar.
No dejes a nadie dentro de un vehículo cerrado.
Evita la automedicación.
Consejos adicionales:
Presta especial atención a los niños y adultos mayores.
Toma descansos frecuentes en ambientes calurosos.
Si te sientes mareado o con náuseas, busca un lugar fresco y descansa.
Recuerda: El golpe de calor es una condición grave que puede tener consecuencias fatales. Tomar las medidas preventivas adecuadas y actuar con rapidez ante los primeros síntomas puede salvar vidas.
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